Dalí y Gala
En un momento vi la pared de mi cuarto, cuarteada por la humedad y gritando del aburrimiento que existía en su piel de cemento, de un chillido que rasga los tímpanos me coloqué en frente a ella y me dejó colocar mis manos en su lecho, llegamos a un coito de sentidos.
Dibujo con pasteles secos en la pared, aprox 120 x 180 cms
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