En Los Bosques De Bambú primera parte

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#1
Esto es un guión que escribí por encargo de una persona, pero al final el proyecto no se concretó.
Espero alguien lo disfrute.
 
En los bosques de bambú
Capítulo 1
Aún recuerdo aquel día terrible en que después de una larga guerra, finalmente el llamado "Reino negro" invadió nuestra tierra, el Imperio del amanecer. 
Kuroi Ame, su líder y sus mercenarios invadieron nuestra tierra y atacaron el palacio del Emperador Asahi. Yo era sólo un niño en aquel tiempo, tenía 10 años, mi padre era miembro de los guerreros del Emperador.
- ¡papá! ¡¿Qué está ocurriendo?!- exclamé asustado, el ruido, los gritos de la invasión nos despertaron en medio de la noche. La gente gritaba asustada y muchos huían, había incendios por doquier.
- ¡no temas, hijo mío! ¡Mi deber es proteger esta tierra y a nuestro Emperador!- gritó papá tomando sus armas de guerra, mientras mi madre le miraba angustiada. 
- ¡te amo esposo mío, lucha con honor, como tú sabes hacerlo!- exclamó ella al verlo dirigirse a la puerta 
-¡también te amo, hasta siempre! ¡Cuida de Jae !- fue lo último que dijo mi padre antes de salir de casa y dirigirse a la batalla, nos miró con lágrimas en los ojos y nosotros a él, entonces se fue...
Los mercenarios de Kuroi Ame eran despiadados, y prontamente incendiaron nuestro pueblo, mamá me tomó de la mano y huimos fuera de casa, el fuego y el humo llenaban todo, entre gritos de miedo y personas que huían. Pronto escuchamos los cascos de los caballos del ejército negro acercándose mientras huíamos, mamá me apresuraba, pero al ver que ellos se acercaban, se detuvo, me miró a los ojos - ¡Jae! Que el Creador te proteja, hijo mío... Recuerda siempre lo que tu padre te ha enseñado, ¡vivir y morir con honor, siempre recuerda eso! ¡Te amo!- 
Acto seguido me ocultó junto a unas rocas, su mirada mostraba un gran valor -¡mamá! ¿A donde vas?- 
-¡te protegeré con mi vida!- entonces tomó su espada y mirando a los mercenarios que se acercaban, y antes que ellos pudieran percatarse de mi presencia, se lanzó con el alma llena de valor a combatirlos...
Permanecí oculto donde ella me había dejado, llorando de miedo -¡mamá, papá!- me lamentaba entre sollozos, escuchando los gritos y el sonido del fuego que ardía y consumía todo...
La mañana llegó, y pronto cesó el ruido de la invasión, el humo cubría todo, aún no me atrevía a salir de mi escondite, cuando escuché el sonido de pasos que se acercaban rápidamente -¡mamá!- exclamé inconscientemente y me volví, entonces me encontré con un hombre mayor, casi anciano. Se sorprendió al escuchar mi voz y me miró con tristeza.
-¿estás herido?- preguntó. 
Moví la cabeza negativamente 
-esta noche nuestro reino ha sufrido una gran pérdida... Han asesinado cobardemente a nuestro Emperador, y a sus guerreros... Ahora ha venido la maldad a saquear y esclavizar a nuestra tierra...- dijo él con un acento de dolor.
-¿todos los guerreros han muerto?- pregunté con el corazón estrujado , él asintió - todos... Mi hijo era uno de ellos... Ahora Kuroi Ame y su dictadura están ordenando que cualquiera que se levante como guerrero contra ellos, sea despiadadamente aniquilado...- 
Me puse a llorar pensando en mis padres, ellos también habían sido aniquilados, aquel hombre me vio llorar desconsolado y sus ojos se llenaron de lágrimas al pensar en su familia muerta también. El silencio llenaba el ambiente, de pronto él habló -¿estás solo?- lo miré -mira... En éstos momentos no tengo ánimo para nada... Pero... ¿Quieres venir conmigo?- extendió su mano hacia mí, entonces la tomé y me levanté. 
Comenzamos a caminar rumbo a la choza de aquel hombre, ubicada a las afueras del pueblo en el campo, donde él vivía humildemente como un campesino . Tenía pocas pertenencias, pero desde aquel día decidió cuidar de mí y compartir todo lo que tenía conmigo. Así, encontré un nuevo hogar, en medio del gran dolor de aquella terrible noche...
Aquel hombre, el señor Chan, también había sido miembro de los guerreros del Emperador en su juventud, aún era un guerrero, padre de otro guerrero.
Poco a poco pude acostumbrarme a esa nueva vida, ambos comenzamos a considerarnos familia, el tiempo transcurría y mientras Kuroi Ame y su ejército esclavizaban a nuestro pueblo, ambos logramos sobrevivir mientras las estaciones del año transcurrían. El Sr Chan tenía una cabra que nos daba leche, también un bello caballo pardo, un día desperté muy temprano y el Sr Chan me habló - ven conmigo Jae, te enseñaré a montar - 
Y así lo hizo, no sólo me fue enseñando a montar a caballo, sino también a manejar el arco y la flecha, también la espada, me enseñó a ser un guerrero como él y como mis padres. Así transcurrieron los años mientras crecía, ayudándole en su trabajo como campesino, sembrábamos vegetales y arroz , después de cosechados los vendíamos en el mercado. Así llegué a cumplir 25 años , mientras aquel imperio malvado obraba la injusticia sobre los habitantes del país, todos sufríamos la injusticia, pero nadie se atrevía a defender a los débiles y necesitados por temor a la represalia del reino negro , cuya consigna era "muerte a quien se levante contra Kuroi Ame y su reino". Ellos saqueaban al pueblo, obligándonos a pagar un gran tributo, y quienes no lo pagaran eran llevados a la cárcel.
Recuerdo un día en el mercado, mientras vendíamos patatas recién cosechadas, llegaron los oficiales del imperio a cobrar el tributo, nosotros pagamos y ellos continuaron cobrando a otras personas.
-¡tributo al emperador!- proclamaban, se dirigieron a un anciano que se encontraba junto a su pequeña nieta.
-¡por favor! ¡ No tenemos lo suficiente, por favor tengan piedad de nosotros!- dijo aquel anciano suplicando. 
Lo miré con preocupación 
-¡tributo al soberano o la cárcel!- 
-¡por favor! ¡Mi nieta depende de mi!- 
A pesar de sus ruegos, los oficiales lo tomaron a la fuerza y comenzaron a arrastrarlo mientras la niña rompía en llanto ante los ruegos desesperados de aquel anciano. De pronto se escucharon los cascos de un par de caballos que se acercaban montados por dos jinetes con el rostro cubierto con una mascada y un sombrero de bambú. Entonces arremetieron contra los oficiales y los hicieron caer al suelo, ellos gritaron y corrieron despavoridos dejando al anciano y su nieta allí, miré a los jinetes y pude ver las armas que portaban, algo me pareció muy familiar. La gente gritaba de sorpresa por la inesperada aparición de aquellos sujetos, los miré intrigado y mi mirada se cruzó con uno de ellos, pude ver unos ojos llenos de valor. 
De pronto, como llegaron se marcharon rápidamente en sus caballos sin decir palabra alguna, dejando a todos los presentes anonadados. Aquellas armas que ellos portaban eran muy familiares para mí, yo había visto aquella insignia dorada muchas veces durante mi infancia, era la insignia de los guerreros del Emperador, que portaban todos los guerreros en sus armas.
Pero ¿como era posible que ellos portaran aquellas armas si todos los guerreros habían sido aniquilados? Permanecí profundamente intrigado sobre aquel asunto y al día siguiente caminé en dirección hacia donde ellos se habían marchado cabalgando, pude ver en la tierra húmeda las huellas de los caballos que se dirigían rumbo al bosque de bambú, miré a aquel paisaje boscoso, más allá de los verdes campos se levantaba un denso y bello bosque cubierto por la neblina del verano, el cielo se encontraba un poco nublado por ser temporada de lluvias, y en el horizonte se levantaban montañas azuladas y coronadas por las nubes. 
Contemplé aquel hermoso paisaje, el silencio de la mañana invadía el ambiente y podía escuchar mi respiración, entonces decidí caminar rumbo al bosque siguiendo las pisadas de los caballos.
 
 
Capítulo 2
 
Estaba dispuesto a llegar al fondo de aquel misterio y sigilosamente me fui adentrando en el bosque, el canto de las aves y el murmullo de un riachuelo cercano llenaban el aire, mariposas, abejas y otros insectos zumbaban entre las flores. Mientras caminaba de pronto escuché unas pisadas que se acercaban, y me oculté entre la vegetación, miré entre la hierba y pude distinguir a una figura humana, estaba vestido como aquellos jinetes, parecía cansado y se sentó sobre un tronco de un árbol caído, se quitó la mascada que cubría su rostro, y pude ver para mi sorpresa que era una chica con un bello aspecto oculto tras esa apariencia intimidante de guerrero. La miré con atención mientras reposaba tras una larga caminata enjugando el sudor de su frente.
-¡Sue! Ya podemos descansar-. Escuché la voz de un joven que se acercaba, vestido de la misma manera, era el otro jinete. 
Se acercó guiando a los caballos para que se alimentaran con la hierba, entonces me puse nervioso al ver a los caballos acercarse a donde me encontraba escondido. ¡Iban a descubrirme! De pronto notaron mi presencia y relincharon asustados, grité y salí de mi escondite mientras el chico y la chica gritaban -¡un espía!- 
El chico se lanzó golpeándome con un palo, era muy fuerte y me derribó a tierra -¡no!¡por favor! ¡No quiero hacerles daño!- grité en el suelo mientras él me sometía bajo ese palo, ambos se veían furiosos 
-¡confiesa! ¡Kuroi Ame te envió a buscarnos! ¡¿No es así?!- gritó la chica 
-¡no! ¡Solo soy un campesino! ¡Ayer los ví en el pueblo y me intrigó mucho!- exclamé bastante nervioso -¡ vi sus armas con la insignia imperial! ¡Mis padres eran guerreros y conozco muy bien esa insignia! ¡Por favor, digo la verdad!-
Ellos me miraron con severidad, el chico habló 
- si intentas algo contra nosotros lo lamentarás ...- entonces dejó de someterme  -gracias ...- respondí aliviado. 
-mi nombre es Jae, gusto en conocerlos-. El chico me miró - soy Yen, y ella es mi hermana - la miré , era linda pero tenía un semblante severo, me habría gustado verla sonreír. -mucho gusto Jae, ahora te puedes marchar - dijo ella, su actitud cortante me sorprendió -pero tengo una pregunta, ¿por qué portan esas armas imperiales? Los guerreros fueron aniquilados, no comprendo cómo es que ustedes portan éstas armas-
-porque somos guerreros del Emperador y luchamos por la justicia, esperando el día en que podamos recuperar nuestro reino con el favor del Creador, luchando hasta la muerte por defender lo correcto, dispuestos a combatir el mal - dijo aquella chica con un tono valeroso que me pareció inspirador , recordé a mis padres y como dieron sus vidas defendiendo aquella causa. 
-mis padres dieron sus vidas defendiendo esta tierra... Es algo muy peligroso...-
- lo sabemos muy bien, no has sido el único que perdió a alguien valioso en ésta guerra- dijo Yen. Un sentimiento de impotencia se apoderó de mi al pensar en lo que ellos estaban haciendo, tratando de obrar justicia, pero pensé como acabaría todo aquello, irremediablemente. No podíamos vencer al enemigo, ellos eran demasiado poderosos.
- debo irme... Adiós- entonces me puse en marcha hacia dónde había venido -adiós- respondió Yen. La chica me miró con cierta tristeza, y al ver que me alejaba corrió para alcanzarme
-¡espera!- me dirigió la palabra con un tono un poco menos severo - si tú quieres ... Si quieres honrar a tus padres, eres bienvenido a unirte a nosotros... No es necesario, pero si sientes ese ánimo, ya sabes donde encontrarnos ... Adiós- 
Aquello me sorprendió, - gracias... Adiós- entonces me marché de allí bastante pensativo, la idea me parecía una locura, pero también, anhelaba justicia y recuperar la paz por la cual mis padres habían luchado, y también quería volver a ver a esa chica....
 
Capítulo 3
 
 
Transcurrieron algunos días, una mañana el Sr Chan y yo fuimos al pueblo para comprar madera, mientras el encargado del negocio nos atendía pudimos ver a un par de oficiales hablando con una mujer de aspecto angustiado, -¡no tengo con que pagar, por favor esperen un par de días y conseguiré el dinero!- los oficiales se miraron entre ellos con malicia -jajaja, linda, si quieres pagarnos de otra manera no nos quejaremos... ¿Verdad?- dijo uno de los oficiales mirando a su compañero, el otro oficial río maliciosamente y la mujer los miró asustada -¡por favor no,tengan piedad, se los suplico!- dijo arrodillándose con lágrimas en los ojos - de buena o mala manera, ¡pero vienes con nosotros! Ya sabes, nos divertiremos...- entonces la tomaron de los brazos mientras ella lloraba desconsolada.
-¡miserables!- exclamó el Sr Chan con indignación, lo miré, estaba bastante enfadado. De pronto se dirigió hacia los oficiales - ¡dejen en paz a esa mujer! ¡Míseros mercenarios!- ellos se volvieron hacia él 
-¿cómo nos has llamado? ¡Has insultado a la autoridad!- entonces me inquiete grandemente, el Sr Chan no se disculpó - ¿autoridad? ¡Todos sabemos que ustedes no son una verdadera autoridad, sólo son mercenarios al servicio de un miserable ladrón que asesinó cobardemente al verdadero Emperador!- sus palabras enfurecieron a los oficiales, y todos los presentes nos quedamos asombrados. Entonces tomaron sus armas y comenzaron a golpearlo 
-¡¡¡tú vienes con nosotros, traidor!!!- 
-¡señor Chan!- exclamé asustado al ver como lo golpeaban, él cayó al suelo y su venerable cabello blanco se manchó con su propia sangre -¡tú eres uno de ellos ! ¿cierto? ¡Los miserables guerreros del Emperador!- gritó uno de los oficiales , el Sr Chan lo miró con valentía -y como tal he de morir...- 
-¡ señor Chan!- exclamé preocupado -¡Jae, vete de aquí, estaré bien!- dijo él, entonces se lo llevaron arrestado, mientras todos los presentes lo mirábamos con angustia.- ¡oh no! ¡Fue mi culpa!- se lamentó la mujer , permanecí angustiado y sin saber qué hacer, de pronto una idea cruzó mi mente y dándome la vuelta corrí hasta llegar a casa. 
Al llegar allí tomé al caballo y las armas que el Sr Chan poseía, una espada, arco y flechas, entonces monté el caballo y emprendí la carrera rumbo al bosque. 
Mi corazón latía aceleradamente y sentía el viento rozando mi cuerpo, mientras el caballo galopaba, sólo tenía una cosa en mente, rescatar al Sr Chan antes que fuera demasiado tarde, seguramente estaban planeando ejecutarlo por ser un guerrero. No podía permitirlo, él era mi familia.
Cabalgué hasta llegar a donde se encontraban los caballos de aquellos chicos -¡ayuda! ¡Necesito ayuda! ¡Por favor!- grité con angustia y entonces llegaron los dueños de los caballos -¡¿ qué te ocurre?!-
-¡ayuda por favor, se han llevado al Sr Chan! -
-¡¿cómo?!- 
Entonces les relaté lo ocurrido.
-¿ qué piensas hacer?- preguntó Yen, 
-no lo sé ¡ pero no puedo permitir que le hagan daño! Él es como un segundo padre para mí, cualquier cosa que deba hacer para proteger su vida la haré, se lo debo, sin él yo no estaría aquí...- respondí mirando al suelo y sintiendo que mi corazón se estrujaba de angustia. 
-no te preocupes, te ayudaremos- dijo la chica compadeciéndose de mi dolor -gracias- respondí.
-bien, entonces ¿lo han llevado a la cárcel?-
-eso creo, recuerdo haber oído alguna vez que la cárcel se encuentra cerca del palacio imperial, atravesando dos pueblos desde aquí- respondí, era un largo viaje.
-eh... Nosotros no podemos transitar libremente por los pueblos- dijo Yen
-¿por qué?- pregunté, él buscó algo entre sus pertenencias en la choza y me mostró una hoja amarillenta de papel, en ella se veían sus retratos dibujados a lápiz, y se leía un encabezado "Se busca, recompensa por su captura vivos o muertos, orden del Emperador Kuroi Ame"  
Aquello me sorprendió -¡oh! ¡Es una orden imperial! ¿Pero por qué esa urgencia de atraparlos?- 
-eh... Hay ciertas cosas que Kuroi Ame sabe... Pero no es importante- dijo aquella chica con cierta desconfianza -oh... Comprendo... Pero ¿cómo llegaremos a la cárcel?- dije intrigado - por el único camino que podemos, atravesando el bosque y las montañas, de otra manera no podríamos llegar allá- dijo Yen, aquello parecía una locura, recordaba viejos rumores que la gente contaba diciendo que en aquel bosque, en las montañas se escondían fieras enormes y asesinas llamadas águila de oro , pero, no parecía haber otra opción que armarse de valor y atravesar dichos peligros...
Continuará...
 
VIMARA
Divide en capítulos, en modo continuo los lectores lo suelen dejar de leer.

Caballo galopa, trota pero no corre.

Te comento otras cosas por privado.


Que la suerte te acompañe.
sharelsan
Muchas gracias :)
Ai.S.G.V.