Back Western...Novela de terror y ciencia ficción.
#2
Lun, 07/05/2012 - 18:09
Es un relato intrigante..... pero.... creo que le falta encausar mas la historia principal.
Aunque al tratarse tan solo de una parte de la historia, me imagino que al leer la historia completa se entendera mejor...
Algo mas...! a mi forma de ver, creo que falta alguna descripcion hacerca del personaje principal, para poder visualizarlo mejor y de esta forma obtener mas empatia con el personaje...
Bueno suerte con el resto de tu Novela...n_n
Ciao
Aunque al tratarse tan solo de una parte de la historia, me imagino que al leer la historia completa se entendera mejor...

Algo mas...! a mi forma de ver, creo que falta alguna descripcion hacerca del personaje principal, para poder visualizarlo mejor y de esta forma obtener mas empatia con el personaje...

Bueno suerte con el resto de tu Novela...n_n
Ciao
Parte I.
Sueños de pesadilla.
Desperté de aquella pesadilla encharcada en sudor, nerviosa y asustada, pensando en por qué una y otra vez, noche tras noche, se repetía sin cesar aquel maldito sueño como si de una película de terror se tratase.
En él, estoy tirado en medio del asfalto con el incesante sol abrasándome. Alzo la vista como puedo y lo único que alcanzo a ver es un pobre cartel prácticamente destrozado, en él se aprecian las siglas “G.C.N.P” a lo que me figuro será el acrónimo de “Grand Canyon National Park “, eso quería decir que estaba postrado en la carretera próxima al gran cañón.
Intento ponerme en pie pero justo entonces comienza a manifestarse un dolor agudo e intenso en mi ojo izquierdo penetrando en mi cabeza como una aguja atravesando la cornea, perforando el nervio óptico para acabar finalmente punzando mi cerebro y causando así ese dolor insoportable que perturba mis pensamientos haciendo que me estremezca y caiga rendido al suelo.
Mi sorpresa fue monumental al ver vibrar las pequeñas rocas que estaban alrededor. Cada vez con más fuerza, empezaba a escucharse un redoble de golpes acercándose hacia mi posición, aun fue mayor mi sorpresa al percatarme como una oleada de siluetas y sombras que se acercaban tambaleantes, furiosas y siniestras… me quede petrificado.
Salí disparado como un proyectil y en unos instantes estaba corriendo al son de sus pisadas, lamentablemente eran demasiadas y me alcanzaban rápidamente así que me dispuse a incrementar el ritmo. Tras unos cuantos pasos vi mi destino, un final inevitable que me asola, que me espera abrazando mi cuerpo con fuerza y haciendo de él un amasijo de nervios, de miedo e incertidumbre. En aquel momento todo empezó a ralentizarse, mi respiración deceleró, el sonido de las pisadas que se aproximaban se confundían poco a poco con las mías haciendo de estas una armonía propia de la mejor orquesta sinfónica.
Delante de mi se encontraba el gran cañón tan bello como inmenso, su imagen se quedó guardada en el fondo de mi subconsciente, en un rincón dedicado exclusivamente a esa mezcla de miedo y belleza que nos regala a veces la naturaleza. Parecía estar deseando devorarme, esperando con ansia ver como mi cuerpo cae ante el sin un atisbo de esperanza frente a la posibilidad de sobrevivir.
Mi única oportunidad, mi única salida y mi único alivio era el saber que todo formaba parte un sueño. Como es costumbre en la mente de un soñador todo parece tan real que en ningún momento sabes si lo que ves, oyes e incluso sientes es real o simplemente esta compuesto por estímulos de tu subconsciente, por miedos que nos aterrorizan o anhelos que deseamos poseer a toda costa sin importar el qué, el cómo o el dónde, uno nunca es consciente de lo importante que resulta la imaginación y jamás se da cuenta del potencial que tiene.
Todo volvió a su cauce, mis pensamientos, mis nervios y temores, mis piernas intentando acelerar el ritmo a la par que mi cabeza me convencía de que no tenía otra opción más que saltar y ser devorado por aquellas fauces hambrientas.
Hice lo que tenia que hacer, correr y no mirar atrás, no debía tener miedo, todo estaba controlado… de nuevo se congeló mi respiración y se paró el tiempo al igual que mis piernas al ver el filo del barranco frente a mis extremidades ¿Qué debía hacer? ¿Saltar? ¿Esperar a que esa cuantiosa suma de siluetas viniesen a por mí?
En tan solo un par de segundos pasó mi vida delante de mis ojos, la típica película que todos ven cuando la idea de morir aparece repentinamente por tu cabeza pero en esta ocasión no vi ningún túnel, ni la cutre luz blanca que el noventa por ciento del mundo ve cuando muere. Sin embargo si que aprecie como el brillo del sol se atenuaba y empezaba a observarse un leve fulgor verde que incrementaba su intensidad mientras aquellas sombras golpeaban la tierra como la ametralladora Gatling dispara sus balas del calibre 30.
Me giré para ver que es lo que provocaba aquella luz y justo entonces como un espectro vi la imagen que causaría mi muerte… un rostro que provocaría mi caída hacia el vacío y sintiese la brisa acariciando mi piel mientras la parca parecía susurrarme al oído “Eres mio”. Unas palabras con mucho poder, capaces de destronar a un rey y destruir su imperio.
Me giré y entonces los vi. Desperté.
Sobre las doce de la noche recibí una llamada de mi agente, un tipo con las posaderas del tamaño de un elefante y lo suficientemente astuto como para ser un buen representante, no el mejor pero... menos es nada.
Le llamaban “El Italiano” por la simple razón de representar nada más que a artistas de la gran bota. Su caché y renombre eran de las mismas dimensiones que su trasero por lo que me convenía ser amable con él aunque a veces mis pensamientos llegaban a desear su horca y posterior matanza al mas viejo estilo ganadero.
Una vez llegué a imaginarlo colgado de un gancho, le degollaban cortando su yugular mientras la muchedumbre reclamaba su cabeza, tripas, carne y sangre para preparar platos culinarios y darse un festín de un exquisito sabor. Se desangró cual cochino en matadero.
Quitando mi animadversión hacia sus chistes malos y forma de ser, me parecía un excelente representante y llegó a ser el portavoz de actores como Roberto Benigni, cantantes de la talla de Umberto Tozzi, Ricardo Cocciante e incluso a escritores de fama mundial.
Es evidente que tenía una ligera obsesión con Italia, quizás llegara a ser un problema o se convertiría en uno, pero mientras fuese capaz de vender mis servicios como uno de los grandes, me resultaba insignificante tener que soportarlo y por encima de todo si es capaz de conseguirme trabajo, sobraban palabras.
Lo conocí en una taberna cerca de la calle 42, prácticamente a unos metros del Madison Square Garden, en ese local daban conciertos de blues los vienes por la noche.
Yo estaba allí por razones de salud…básicamente necesitaba emborracharme hasta perder el sentido y lograr así que recorriese mi cuerpo esa sensación de igualdad, de pasotismo e ignorancia hacia los problemas, el estrés y la ansiedad que todos hemos experimentado alguna vez a lo largo de nuestra vida, aún más si tienes enemistad con el alcohol.
Esa misma noche se me acumularon demasiados problemas y si contamos los que arrastraba de la semana pasada emborracharse era cosa de niños. Mi novia me dejó, perdí mi trabajo en la revista New York Magazine y lo más importante…iba a echar a perder casi diez años de sobriedad. En ese momento mi mente nubló todo pensamiento racional, todo rastro de lucidez que pudiese hacer que soltase el vaso del tan degustado napoleón y que mis ideas se ordenarán para formar alguna razón de por que no debía cometer ese error, romper mi juramento y volver a una vida de miseria. Visto por otro lado, esa vida ya era mía, no necesitaba beber para hacerme con ella, así que lo pensé detenidamente… no echaría a perder mi lucha. Una copa de coñac que promete la evasión de los obstáculos que enturbian mi camino, no hace más que engañar a mi mente para que esta piense que han desaparecido…que estrelles tu consciencia contra ellos una vez que el suero de la felicidad ha dejado de surtir efecto.
Solté la copa y me dispuse a salir de ese antro, en ese preciso instante en el que deposité el recipiente que contenía el oro liquido más valorado de la humanidad sonó un teléfono móvil, era el mio, ni me acordaba de que poseía uno. Supongo que mi mente también borró los recuerdos que encontró por el camino.
Descolgué.
-¿Sí?- Respondí impetuosamente.
-¿William West?
-Sí, ¿Quién pregunta?
-¡Cállate! No hagas ninguna pregunta si deseas seguir con vida, haz exactamente lo que te digo o me veré obligado a acariciar el gatillo y hacer que una bala viaje con destino a tú…-¡Que te den!- Aún sigo sin saber que es lo que pasó por mi cabeza para poder pronunciar tranquilamente esas palabras, fue algo de lo que me acordaré toda mi vida. Cualquier persona con dos dedos de frente se hubiese asustado y no hubiera podido decir aquello y seguir a lo suyo como si no pasase nada. Supongo que no tengo dos dedos de frente.
Acto seguido volvió a llamar el mismo número de la vez anterior, no tenía ganas de contestar, lo cogí por mera curiosidad.
-Mire, no le tengo miedo y tampoco tengo intención de arrodillarme o pagar para que no “acaricie su gatillo” y derrame mi sangre por toda la barra
-¡Tranquilo hombre! Que era una broma, solo pretendía romper el hielo. No pretendía que te ofendieras, disculpa
-¿Quién eres? Y ¿Qué quieres de mí?- De nuevo el tono con el que formule la pregunta dejaba mucho que desear
-Soy Adrián Martínez, el italiano
-¿El agente?
-El mismo que viste y calza
-Y ¿Qué quiere un agente de renombrada fama de mí?
-Bueno, bueno…eso de renombrada, a mi me gusta llamarlo fama internacional- ¡Di que si! Modestia ante todo- He leído tu ultimo articulo en el New York Magazine y me ha gustado bastante, ¿Qué te parecería si te representase? Podrías llegar a ser bueno, muy bueno.
-¿Disculpa? ¡Por supuesto que si! ¡Acepto!
Mucho decir que podría ser bueno pero llevo cinco años mal viviendo de trabajo en trabajo, después de aceptar su propuesta se acercó al Titanic, el garito donde me encontraba. Hablamos de los proyectos que tenía en mente y que podrían funcionar, uno de ellos era una saga de comics titulada “The World Of Dreams” entre otros.
El italiano conducía un Mercedes, mas concretamente el modelo Benz de la clase SLS AMG. Eso quería decir que poseía dinero, grandes cantidades de dinero ya que este vehículo en sí es muy difícil de conseguir, el precio oscila entre unos 290,000$ y pocas personas se pueden permitir un lujo así. Esto me convenía si pensamos en el hecho de que él se puso en contacto conmigo, él se intereso por representarme y él debería haber captado un trabajo sobresaliente.
Volviendo a aquella fatídica noche, el motivo por el cual me había llamado me resultó asombroso, consiguió la tan esperada oportunidad que quería desde hace años, ¡Por fin! De una santa vez podría dar el salto a la fama, ser alguien en este mundo, no tener que preocuparme más por el dinero.
Ir a las fiestas más elegantes y exclusivas, asistir a banquetes representativos y dar mi opinión como uno más serían cosas de a diario que haría como si fuese el desayuno de los sábados, esta oportunidad me brindaría el acceso a la “Jet-Set” de nueva york y me convertiría en alguien influyente.
Pero eso solo se llevará a cabo si consigo impresionar a los altos cargos del times, sobretodo a la redactora jefe, en caso contrario acabaré trabajando en un barucho de tres al cuarto donde los borrachos y las maduras amargadas son el plato del día, tendría que soportar eso y más.
Aquel sueño me dio mucho que pensar ¿Qué significaría? ¿Una muerte segura? ¿Una horda de zombis vendría a por mí y me devoraría? Absurdo, lo dejé pasar sin más.
Mañana sería otro día, fui al baño y me lave la cara, miré mí reflejo en el espejo…algo estaba mal, raro, desenfocado. Me pase largo rato observando mi rostro, como caían las gotas por mis cejas, mis labios y mentón.
La sensación que obtuve tras unos segundos fue de malestar, durante un breve instante un escalofrío recorrió mi cuerpo…me dejó sin respiración, todo empezó a ir más lento, estaba pasando de nuevo pero esta vez no era un sueño…ese sentimiento de miedo, terror e incertidumbre volvió a posarse sobre mis hombros, un peso difícil de levantar y sostener.
Mientras mi mente sufría ese coctel de sentimientos dejé de vivir, mi corazón parecía haberse parardo relajadamente causando que la sangre no transportase el oxigeno necesario para poder seguir en pie, mis ojos veían una mancha oscura que iba ensanchándose a la par que mis extremidades empezaban a temblar, mi saliva se secaba y en mi cabeza comenzaba a manifestarse un dolor extremo en la sien. De pronto todo se esfumo como una calada a un cigarrillo eléctrico, no duro más que el destello de un relámpago o el sonido que causa el rayo al impactar contra la tierra.
Resulta extraño verte a través de un espejo, sigues siendo la misma persona que observas todas las mañanas al salir de la ducha… pero no somos iguales, hay algo que no encaja en este rompecabezas, es como si a la pieza que falta la hubieran pintado y metido a presión en una ranura que no es la adecuada siendo el puzle de un color blanco total.
He de encontrar esa pieza y volver a encajarla en su sitio, tengo un mal presentimiento.
La novela esta publicada en wattpad y aqui esta el link oficial- http://www.wattpad.com/3484928-back-western-sue%C3%B1os-de-pesadilla/intro -