Y entonces...
Un día sin darte cuenta te vas sintiendo mejor, no totalmente feliz, pero si más segura, menos triste y más completa. Y así es como empiezas a reconstruir cada una de tus ruinas, paso a paso y cerrando heridas; y un día sin notarlo desaparecen las lágrimas, la frustracion y los miedos; y así te vas dando cuenta que después de la tormenta siempre hay vida.
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