Tabo en la niebla

Este retrato de mi gran colega Tabo lo realicé en una tarde nublada, ese cielo gris tan característico aquí donde vivo capturando ese momento de descanso mientras reposa en un banco. La técnica es lápiz grafito sobre papel Canson, trabajando un realismo casi hiperrealista, aunque no me limito a copiar la realidad. En lugar de eso, invento gran parte de la escena, creando desde mi imaginación las texturas y detalles que componen el ambiente.

El banco muestra su pintura corroída, desgastado por el tiempo, mientras que el caminito de adoquines se va desvaneciendo poco a poco, perdiéndose en la nada. No es solo un retrato, sino una atmósfera, una sensación de introspección y soledad serena, donde lo visible y lo imaginado se mezclan para sugerir algo más allá de lo que realmente está en el papel. Aunque la fuente cercana no aparece en el dibujo, su presencia se intuye en el entorno, como un eco silencioso dentro de la composición.

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