"Fractura: El rostro que habla a través de las grietas"
He aquí un rostro, fragmentado, como si su piel hubiera sido tallada por el tiempo y las grietas se extendieran como cicatrices profundas. Cada línea rota cuenta una historia, una herida que no termina de cerrarse. Es un reflejo de lo que veo cuando miro al mundo: un lugar donde las fracturas no son solo físicas, sino también emocionales, políticas, humanas. Cada grieta es una parte de mí que se quiebra, que cede ante el peso de lo que sucede a mi alrededor.
El rostro ya no es suave ni uniforme; Está desgarrado, como si el dolor colectivo hubiera salido a la superficie, rasgando la piel, separando lo que una vez estuvo unido. Cada pedazo roto es una representación de algo que se ha perdido: la confianza entre las personas, la seguridad en lo que creíamos, la paz que alguna vez nos envolvió. No es solo un rostro; es el reflejo de todos, de la sociedad rota en la que vivimos.
Todos llevamos un rostro fracturado de alguna manera. Tal vez esas grietas nos recuerdan que seguimos luchando, que aunque estemos rotos, aún estamos aquí, resistiendo. Esa piel fragmentada es un grito silencioso, una advertencia y, quizás, una esperanza. Porque en medio de las fisuras también hay espacio para lo nuevo, para lo que puede surgir cuando lo viejo ya no nos sostiene.