En esta primera instancia te indicaremos como dibujar el canon del
cuerpo humano, es lo más importante para comenzar. Partiendo de esta base, luego dibujas movimientos, expresiones y ropas teniendo en cuenta las medidas adecuadas de base. La idea es trazar una especie de pentagrama para guiar las proporciones de cada parte.
Cada espacio entre líneas debe medir lo mismo que la cabeza del cuerpo que realizarás. Se calculan 8 cabezas en cada uno de estos espacios. Comienzas por el extremo superior, dibujando la cabeza, en el primer espacio de tu pentagrama, desde allí trazas una recta vertical que llega hasta la altura de lo que sería el extremo del pubis hasta la línea 5 de tu pentagrama.
Volvemos arriba, en la mitad del segundo espacio realizas una pequeña línea que sería la estructura de los hombros, en forma paralela sobre la línea 2 dibujas otra línea para el pecho, en la mitad del espacio 4 otra línea para la cintura. Sobre la línea 4 dibujas el extremo del pubis. De aquí salen los muslos y las piernas, hasta la base de tu pentagrama donde colocas los pies.
En la línea 6 dibujas las rodillas, los tobillos quedan en la mitad el espacio 7. Para hacer los brazos debes tener en cuenta que estos deben llegar hasta abajo de la cintura, la muñeca debe llegar hasta el pubis. El tamaño del antebrazo es igual al del brazo. Para dibujar los movimientos debes concentrarte en la zona particular del cuerpo que desees destacar y darle importancia a la articulación de ésta parte por encima de la composición final.
Poner un cuerpo humano en perspectiva
Después de que seas capaz de dibujar un
cuerpo humano respetando las proporciones, lo siguiente es poner el cuerpo en
perspectiva. Para ello, en primer lugar colocas al observador que mira hacia el objeto que tendrás en perspectiva fuera del dibujo. Verás que en esa dirección coinciden todos los trazos en un cierto punto del horizonte. Ese sería el
punto de fuga.
Luego para poner el cuerpo en
perspectiva debes trazar un eje visual desde el observador hacia el objeto, de modo que todos los trazos siempre deberán converger en el punto de fuga. Para calcular las distancias entre un observador y el objeto debes saber que cuando los objetos son más grandes aparecen más grandes y cerca del observador, mientras que los más pequeños y que se ubican más cerca del
punto de fuga dan la sensación de encontrarse lejos.