El poder más común
Ironizar sobre ciertos aspectos comunes de las superheroínas como excusa para dibujarlos dista de ser la cumbre de la honestidad intelectual. Cuando dibujé Los Apóstoles me apegué a la norma y les di a unas superheroínas un busto improbable y un atuendo imposible. Hay un giro argumental que justifica la decisión. Fue difícil, porque mi estilo no es muy de cómic de superhéroes y parecía ridículo el resultado. Después, uno de los personajes terminó convirtiéndose en el Petirrojo, para lo cual fui modificando el traje. Hace unos días me dieron ganas de dibujar los diseños viejos.
De paso, se me ocurrió que nunca había dibujado a Melisa Klein bostezando, así que lo hice.
La seudohistorieta de Los Apóstoles está haciendo click en la imagen. Tiene ideas buenas con una ejecución que deja que desear y es un prototipo del mundo del Petirrojo, algo así como un mundo paralelo.
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4 Comentarios
#1
Mié, 19/07/2017 - 00:11
A mi me gusta que tus personajes son realistas en el sentido de que no tienen ropas y cuerpos exagerados como los típicos comics
#3
Mar, 18/07/2017 - 05:06
es muy bueno tratar de darle otro sentido a tus creaciones, alejándose un poco de los estereotipos ya establecidos, aunque es un arma de doble filo ya que si te alejas mucho del estilo, termina convirtiendo en una cosa totalmente mutante y misteriosaeso puede ser bueno pero también malo
#4
Mar, 18/07/2017 - 16:45
El diseño de los Apóstoles era medio mutante, como que tendría que dibujarlo estilo superhéroes, o no dibujarlo. El del Petirrojo me conforma, me gusta. Por cierto el diseño de vestuario no es lo mío