Esta cara me suena
Se subió en la estación de metro de Fontana y fue a sentarse justo enfrente de mí. Desde ese momento no pude dejar de mirarlo. A medida que el tren se paraba y volvía a ponerse en movimiento, la necesidad de acercarme a aquel sujeto de rasgos tan característicos y expresión ausente se fue haciendo mayor a cada instante. De una lado me parecía una falta de respeto importunar a un extraño, de otro mi curiosidad, no se si malsana, pero curiosidad al fin y al cabo. Tres paradas más tarde y la proximidad de mi destino me hicieron poner en pie y acercarme al individuo que se me quedó mirando sin abandonar su expresión vacua.
-Múskis.
¡Múskis, había dicho múskis…! ¿Dónde diantre había yo escuchado esa palabra…? Pero no dije nada, no pregunté nada, me sentía ridículo. El tren se detuvo y aunque no era mi parada me bajé apresuradamente tropezando con una señora mayor que me soltó, con razón, una retahíla de improperios. Mientras el metro se ponía en marcha y, cada vez a mayor velocidad, se alejaba, contemplé una vez más el rostro del desconocido que seguía en la misma actitud y expresión vacía. También me fijé en la mujer mayor que, sentada a su lado me hacía un corte de mangas. Poco después, ya en casa, me puse a dibujar aquel rostro que me era tan familiar pero que no conseguía encajar en ningún perfil conocido…
Lápices y digital
-Múskis.
¡Múskis, había dicho múskis…! ¿Dónde diantre había yo escuchado esa palabra…? Pero no dije nada, no pregunté nada, me sentía ridículo. El tren se detuvo y aunque no era mi parada me bajé apresuradamente tropezando con una señora mayor que me soltó, con razón, una retahíla de improperios. Mientras el metro se ponía en marcha y, cada vez a mayor velocidad, se alejaba, contemplé una vez más el rostro del desconocido que seguía en la misma actitud y expresión vacía. También me fijé en la mujer mayor que, sentada a su lado me hacía un corte de mangas. Poco después, ya en casa, me puse a dibujar aquel rostro que me era tan familiar pero que no conseguía encajar en ningún perfil conocido…
Lápices y digital
Enviar un nuevo comentario:
6 Comentarios
#1
Lun, 15/04/2013 - 17:34
Gracias por el comentario, Charly. Me alegra que te haya hecho sonreir el dibujo y la historia.
#2
Dom, 14/04/2013 - 13:24
jajaja... Muy logrado, Jorge, si señor! Además el texto que lo acompaña está muy bien. Ay, qué cierto es eso de que la realidad supera a veces la ficción...
#3
Mar, 26/03/2013 - 13:29
Me alegra que te guste. Muchas gracias por el comentario, Tigres-tj
#4
Sáb, 16/03/2013 - 17:30
si esta muy cjido
#5
Dom, 10/03/2013 - 11:57
Gracias por el comentario y el favorito, Copan, me alegra que te guste el dibujo. ¡Pero... tenías que haberlo visto: era clavadito!
#6
Sáb, 09/03/2013 - 22:18
El Doble de Homero Simpson, jajajajajajaja, Esta Excelente JorgeH, me encanta tu ilustración