Juguetes: - Blog de barraza33

 
¿Quién no ha tenido de niño algún juguete de niño?
¿Alguna vez has roto uno de tus juguetes?
Si es así ¿Qué has sentido al hacerlo? ¿Culpa? ¿Placer?
En esta historia no hablaremos de lo que has sentido al hacerlo.
Esta historia habla de lo que los juguetes sienten, o para ser más preciso, lo que siente el ser que habita en cada juguete...
 
Juan era un niño travieso de unos 8 años que siempre quería tener los mejores juguetes, pero nunca supo cuidar a ninguno. Él rompía todos sus juguetes, no tenía ningún juguete sano porque a la mayoría le faltaba o la cabeza, o un brazo o estaba quemado.
Un día Juan se puso a navegar por internet en la pc de su papá y encontró un catálogo donde vendían unos juguetes que eran muy atractivos, eran unos muñecos hechos a mano de tamaño real, parecía como si fuesen niños de verdad. Debido a su actitud, Juan casi no tenía amigos, por lo que le parecía bueno idea el tener uno de esos muñecos para que ocupase su lugar, fue con su papá y le pidió que le comprara uno de esos muñecos, el padre miro el catalogo y se dio cuenta que esos muñecos eran extremadamente caros; le dijo a su hijo que no le iba a comprar el juguete, a lo que Juan respondió con una rabieta.
El padre de Juan no soportaba los berrinches de su hijo, pero no tenía el carácter suficiente para regañarle, así que como siempre, decidió ceder a los caprichos de su hijo; busco más abajo en el catálogo y en un comentario de uno de los usuarios de la página llamado Arioc encontró un muñeco que estaba a un precio muy accesible y que al parecer tenía la misma calidad que los demás.
El padre de Juan envió la solicitud de compra y a los tres días llego el muñeco en una caja de madera que se asemejaba a un ataúd por la calidad del trabajo de la madera, pero como no tenía ninguna cruz ni nada que "raro", el padre no pensó que el muñeco pudiese tener algo malo...
Juan al ver el muñeco se alegró de inmediato y se puso a jugar con él.
El muñeco traía un trozo de seda bordado que decía "Mi nombre es Alex, pero tú puedes llamarme como quieras ¿quieres ser mi amigo?" Juan dijo "Sí Alex, seremos los mejores amigos". Juan se divirtió jugando con el muñeco durante semanas, en verdad parecían los mejores amigos, pero inevitablemente no pudo resistir la tentación de "jugar a romper a su amigo".
Un día Juan tomo un cuchillo de la cocina mientras sus padres no estaban e hizo un corte en la cara del muñeco y le apuñalarlo, pero para su sorpresa, broto sangre las heridas que le hizo y Alex comenzó a llorar como si fuese un niño de verdad. Juan se asustó y de repente comenzó a escuchar una voz que parecía venir del muñeco que decía "¿por qué me cortaste? ¿No querías ser mi amigo? ¿Por qué lo hiciste Juan?" Juan tiro el cuchillo al suelo y corrió asustado a su "escondite secreto" dentro del armario, donde se encontraban todos sus juguetes. Se tapó la cabeza con una almohada y de repente comenzó a escuchar muchas voces que decían "queríamos jugar contigo ¿Por qué nos lastimas? Sólo queríamos ser tus amigos, Juan" Las voces eran sus juguetes pidiendo venganza; estos tomaron a Juan dejándolo inmóvil, mientras Alex sangrando abrió la puerta y con una voz demoníaca dijo "¿Quieres saber cómo se siente?" Juan grito desesperado pero nadie vino a ayudarlo; Alex se acercó a él y susurrándole al oído le dijo "esta es mi venganza".
Horas más tarde el padre de Juan llego a la casa y se encontró con que estaba lleno de policías por todos lados, preocupado entro a buscar a su hijo y lo comenzó a llamar, pero por alguna razón no lo encontraba por ningún lado, le pregunto a un policía que era lo que había pasado y este le respondió "encontramos a un niño que fue víctima de asesinato, alguien lo mató a puñaladas y creemos por los cortes en la cara que lo han torturado", el padre estaba conmocionado y le pidió verlo, el policía accedió y le mostró el cadáver. El padre de Juan entro en shock por lo que vio y corrió dentro de la casa. El policía lo siguió y vio que por alguna razón el padre parecía estar buscando algo frenéticamente, por lo que pregunta "¿Qué es lo que está buscando?", el padre de Juan responde "La caja del muñeco", el policía pregunta "¿A qué se refiere?", el padre le contesta "ese de ahí no es mi hijo, es el muñeco que le compre hace tres semanas en un catálogo de internet".
 
En las siguientes semanas el padre fue sometido a tratamiento psiquiátrico, mientras que el caso seguía estancado.
Un mes después encontraron el cuerpo quemado de Juan en la casa de otra familia; según la señora, ella le había comprado "ese muñeco llamado Juan" a su hijo Luis unas semanas antes de que desapareciera sin dejar rastro...
 
Ahora tú ¿quieres saber lo que sienten los muñecos?
 

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